Emilio Maza, un anciano de 79 años perteneciente al municipio de Épila, ha sido noticia al invocar al demonio después de intentar pedir un helado ‘Häagen-Dazs’. La llamada a Lucifer se produjo al vigésimo tercer intento por pronunciar correctamente la marca.

El tenebroso suceso ha tenido en vilo a todo el pueblo durante las últimas diecisiete horas, tiempo en el que Satán ha estado rondando a sus anchas por el municipio. «¡Anda, qué el susto que nos ha dado el Emilio ha sido para matarnos! ya se podría haber pedido un Drácula o un Pirulo», declaraba una de las vecinas.

El helado preferido en el averno

Por todos es conocido la dificultad que supone el pronunciar esta marca: ‘Häagen-Dazs’, pero nadie podía imaginar lo que ocurrió ayer por la tarde en El Árbol de Épila, cuándo Emilio se dispuso a preguntar a uno de los reponedores del supermercado por un helado Häagen-Dazs de ron con pasas, fue entonces cuando se le trabó la lengua y le fue imposible el pronunciarla.

Alejo Segura, el reponedor al que le preguntó, nos explica lo ocurrido. «Comenzó a babear mucho, la lengua se le torcía y la boca le bailaba. Intentaba pronunciar algo, pero era imposible saber lo que quería». «Hag-agh-jajen-darzxk-gajah-kahenm-gendz-hajkn-ahaha-jjjj, eso era lo único que entendía, fue entonces cuando todo se llenó de llamas y apareció el demonio. Me cagué vivo».

Satanás, un damnificado más en esta historia

Previo a su marcha, Errado de Aragón ha podido conseguir las declaraciones de Lucifer acerca de la opinión que le merece esta curiosa invocación. «A ver, a mí no me molesta que me llamen, pero estas no son las formas. No es la primera vez que me ocurre, el otro día me pasó en Murcia, cuándo un chaval intentó pronunciar bien Bershka, y hace dos semanas en Huelva, una madre intentó decir a la primera WhatsApp, y sin quererlo me despertó de mi letargo. Yo soy un tío que debe de dar miedo, de esta manera no me respeta ni San Pedro».