El aumento de peso tras Jueves Lardero obliga a devolver cientos de disfraces de Carnaval

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Los excesos con la longaniza han dejado pequeños a la mayoría de disfraces preparados en Aragón para este fin de semana de Carnaval.

Una vez más se demuestra que los aragoneses son capaces de conseguir récords imposibles. Ayer, con motivo de la festividad de Jueves Lardero, la conocida como «ansia maña» hizo que las existencias de longaniza se llegaran a agotar. Pero el problema todavía fue mayor al descubrir que, debido a los excesos, la mayor parte de los disfraces de carnaval van a tener que ser devueltos. «Se han encogido ellos, sino no lo entiendo», dicen los engordados aragoneses con sorpresa.

De una L «para ir cómodo» a una XL «justita»

«No puede ser. Vale que 2 kilos de longaniza por persona son bastantes pero de ahí a que no me valga nada del disfraz… ¿donde están los tejidos elásticos cuando se les necesita?», comentaba uno de los afectados a la entrada de la tienda de disfraces. Según ha podido saber Errado de Aragón son cientos los aragoneses que, a última hora, están teniendo que cambiar sus trajes. «Quería ir de princesa de Frozen, pero al final voy a ir de muñeco de nieve. No me queda otra», comentaba otra de las afectadas.

No fue hambre, fue gula

Eran las 20h del día de ayer cuando, a través de un comunicado, la Organización Mundial de Productores de Longaniza hizo pública la falta total de existencias de longanizas en cualquier rincón del mundo. ¿El motivo? Una tradición aragonesa. «Han aparecido maños de debajo de las piedras, han empezado a comprar longanizas y… ¡nos hemos quedado sin!», aseguraba un representante del organismo. «Es imposible que hayan podido comer tanto. No era hambre, era gula… ¡ansia viva!», añadía.

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