Frutos Secos El Rincón abre una tienda en El Pilar

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La empresa continúa así con su expansión después de conseguir que en el centro de la ciudad haya más tiendas suyas que semáforos.

Nuevo establecimiento de la empresa Frutos Secos El Rincón en Zaragoza, esta vez en el interior de la Basílica del Pilar. Tras contar con tiendas en todos los barrios y centros comerciales, en algunos como GranCasa con una tienda por planta, llegan ahora al interior del edificio religioso. El arzobispado se muestra esperanzado de poder así aliviar la crisis económica que atraviesan.

El Rincón, a la conquista de todos los locales de Zaragoza

El Coso, Paseo Independencia, Alfonso, Paseo de las Damas, Don Jaime… y así hasta completar las 10 tiendas que Frutos Secos El Rincón tenía hasta ahora en la zona centro de Zaragoza, una de las más prolíferas para la compañía. Pero, según ha podido saber Errado de Aragón, pronto serán 11. «El plan de expansión de la empresa se centra en que todos los locales del centro se conviertan en una de nuestras tiendas. No queremos que ningún zaragozano pase hambre, así que pondremos una tienda a una distancia máxima de dos metros, para que todos puedan llegar con sólo estirar el brazo», confirmaba esta mañana el director comercial de la compañía.

Ofertas especiales para cristianos

En el nuevo establecimiento de El Pilar, que abrirá sus puerta las próximas semanas, se podrán encontrar los productos habituales de la cadena: chucherías, bollería, pan, bebidas… y, por supuesto, frutos secos. Aunque, en el caso concreto de la nueva tienda, los clientes que profesen la religión cristiana dispondrán de descuentos especiales. «En principio haremos descuento en las palomitas, en honor a los animales que habitan en la Plaza del Pilar, aunque también pondremos ofertas de 2×1 en las chucherías que se nos pongan duras para que los buenos cristianos puedan repartirlas a los mendigos que piden a la entrada del templo», concretaban los responsables esta mañana.

El arzobispado, más feliz que un regaliz

El arzobispado, por su parte, se ha mostrado feliz ante la novedad, pues consideran que puede acercar al público joven a la iglesia, a la vez que sirve para dar un respiro a la maltrecha situación económica por la que pasan. «Poder comprar llaves inglesas de las que pican y platanitos recubiertos de azúcar de una manera tan fácil es genial. Hasta ahora lo máximo que podíamos picar entre misas eran las obleas de las hostias consagradas», añadía el propio arzobispo. La tienda, que ya está construida en la Santa Capilla, cerca de la virgen, estará atendida por cuatro infanticos, que se turnarán para poder atender al público a lo largo de todo el día.

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